Toda empresa necesita un buen dirigente, con el liderazgo necesario para poder salir adelante y saltar los numerosos obstáculos que podrían presentarse en el camino.
Muy pocas personas son las que tienen la voluntad de ponerse al frente de un equipo de trabajo y orientarlo de la mejor manera posible, para cumplir con los objetivos establecidos. De hecho, son menos los que poseen la valentía de afrontar la responsabilidad, ante cualquier error que pueda cometer él o el equipo, ante el incumplimiento de alguna asignación.
En el mundo existen numerosas variantes de liderazgo y si consideras que tienes todo lo necesario para ser uno, entonces, es momento de que aprendas los diferentes tipos de dirigencia que existen y definas con cuál te sientes más identificado.
El principal objetivo de un buen jefe, es orientar a su equipo por el camino correcto, para poder lograr las metas establecidas y así alcanzar el éxito de la empresa.
Un cabecilla apto no solo se reconoce por poseer una visión global, sino por motivar, orientar y movilizar al grupo hasta cumplir las asignaciones pendientes, a pesar de los obstáculos que puedan presentarse en el camino. En el liderazgo existen diferentes tipos, entre los cuales destacan:
Podría decirse que es el peor tipo de dirigencia, porque esta persona es aquella con la mentalidad laboral de no intervenir en el trabajo de sus empleados, a no ser que sea la última instancia. Posee muy poco control sobre su equipo y es bastante permisivo o tolerante, con los incumplimientos de asignaciones.
Es aquel que no toma en cuenta la opinión de ninguno de sus empleados, pues considera que es el único individuo competente para tomar decisiones.
Su principal rasgo predominante es el constante incentivo al sentido de pertenencia empresarial de sus seguidores. Además, al contrario del líder autoritario, este también se caracteriza por la inclusión de su grupo laboral y la permisión de sugerencias individuales o colectivas, dentro del ambiente laboral.
Constantemente intenta incrementar la moral de sus empleados. Cree que el principal incentivo para su equipo y el mejoramiento de su productividad, es la motivación.
Es aquel que, por naturaleza, cumple con todas las cualidades que un buen líder debe poseer y es capaz de, sin importar las adversidades, saca adelante a su empresa y todos los que la conforman. Es muy querido y admirado por sus trabajadores. Además, estos destacan por fomentar la identidad corporativa.
“Un buen líder lleva a las personas adonde quieren ir. Un gran líder las lleva adonde no necesariamente quiere ir, pero deben estar”, Rosalynn Carter, ex primera dama de Estados Unidos.