El conflicto es aceptado como un elemento inevitable en el ámbito laboral porque la complejidad de la naturaleza humana y sus interacciones sociales pueden acarrear problemas y disputas, no obstante su eficaz prevención y resolución es determinante para tener unas relaciones de trabajo sólidas y productivas.
Es cualquier situación desagradable que se extiende en el tiempo y que afecta la dinámica de los equipos de trabajo, sus comportamientos o la percepción que estos tengan de la empresa, sus compañeros o directivos. Incluso sí se teletrabaja se presentan conflictos que hay que resolver telemediando por ejemplo. Tipos de conflicto laboral
Los procesos de resolución de conflictos ofrecen a los involucrados un recurso para la negociación y la cohesión de los equipos, cuando se resuelven adecuadamente representan una excelente oportunidad para el desarrollo personal y profesional.
Por el contrario, no solucionarlos por falta de capacidad o por no querer hacerlo los transforman en grandes disputas que pueden llegar al terreno personal, entorpecer el trabajo en equipo, desaprovechar y ahuyentar el talento. Todo en perjuicio del buen clima laboral, el rendimiento y la productividad.
La gestión eficaz de los conflictos en las empresas requiere de compromiso para resolverlos al presentarse las primeras señales de discordia, el punto de partida es la construcción de un ambiente favorable de respeto y acuerdos que establezcan una base sólida de confianza y cooperación entre todos los involucrados en el hecho laboral.
Ahora bien, cuando surjan los conflictos se deben abordar para conservan la armonía en el lugar de trabajo, tomando como referencia el siguiente procedimiento:
Finalmente, cuando las organizaciones disponen de un sistema de resolución de conflictos eficaz muchos se resuelven entre las partes a través de procesos de diálogo fundamentados en el consenso, la conciliación y la negociación voluntaria o reglamentaria.